La televisión se pliega a los equipos de campaña
Artículo publicado por Adriana Kaplan en vertele.com en Marzo de 2004
Si usted cree que los noticiarios le dan información electoral, desengáñese. Conozca las claves de campaña de un modelo que se va acercando al americano
Hace varios años, un jefe de campaña de un partido político se entrevistó con un Director de Informativos de TVE y le espetó, a bocajarro: “Mira, voy a ser claro. Todos mis mítines están montados para la televisión. La gente apenas se acerca a escuchar a mis candidatos y yo lo voy a organizar todo para vosotros. He contratado tres o cuatro autocares de figurantes que van a seguirnos a todas partes, los colocaré en distinta posición en cada miting para que no se vea siempre a los mismos, y ya está. Vamos a pactar los sitios y las condiciones”. El Director de Informativos de turno se negó y ahí acabó todo. Pero la conversación apuntaba tendencias, que ahora impregnan toda la cobertura de las campañas electorales. No creo que se llegue a lo de los figurantes, pero lo demás es muy claro: toda la estrategia de imagen electoral de los partidos está pensada para la televisión.
Lo importante es la imagen, no el mensaje
Las apariciones en televisión se rigen por impresiones y por mensajes – clave. Raramente los espectadores recuerdan los detalles de lo que se dice en televisión, pero la audiencia conserva una impresión nítida de la imagen que se transmite. Todo el mundo recuerda el traje azul oscuro y la corbata de topos de José Luis Rodríguez Zapatero en sus últimas arengas o las banderolas de los mítines del Partido Popular, pero pocos serían capaces de contarnos lo que los candidatos han dicho en sus apariciones en los telediarios.
La puesta en escena de las reuniones electorales ha cambiado radicalmente. Todos y cada uno de los detalles que veremos en la pequeña pantalla están diseñados por expertos en marketing que piensan en lo que llegará a los espectadores, y no solamente a los simpatizantes que asistirán al míting en vivo y en directo. Los colores, los fondos, los elementos tecnológicos, la forma de vestir y de moverse de los candidatos, los planos y contraplanos, están pensados para la cobertura audiovisual.
Los partidos producen su propia señal de televisión
Los grandes partidos políticos han pactado con las cadenas de televisión el suministro de una imagen única, una señal “pool” – en argot técnico- que llega a los Servicios Informativos para su difusión en los noticiarios. Si fuéramos escrupulosos, desde el ejercicio del periodismo independiente, esta práctica sería condenada. En televisión son más importantes las imágenes que se eligen para construir una crónica que las palabras que las acompañan. O, si se admite esta práctica como legítima, las imágenes de Zapatero o Rajoy en los servicios de noticias deberían aparecer, siguiendo la Ley de Televisiones sin Fronteras, con la sobreimpresión: “Propaganda” o “Publicidad”, porque lo que están viendo los espectadores no es una información elaborada íntegramente por periodistas, sino una “píldora” audiovisual construida por expertos al servicio de los equipos de campaña de cada partido.
El Partido Popular ha encargado la producción de la señal a las productoras Dogos y Video Report. El Partido Socialista trabaja con Mediapro. Estas empresas ponen al servicio de Rajoy y Zapatero un despliegue técnico impensable, por costes, al que dispondría para la misma finalidad una cadena de televisión. El número de cámaras, los recursos de iluminación y los medios técnicos complementarios (grúas, cabezas calientes, etc.) permiten dar una imagen óptima y cuidada de las intervenciones de los candidatos y de los oradores acompañantes. Los realizadores de las productoras siguen un estricto “Manual de campaña” que respeta claramente una estrategia visual muy elaborada y pensada. Estas imágenes son distribuidas, cuando es necesario, vía satélite, para que lleguen a todos los rincones del país en los que haya una televisión interesada en dar información de los actos electorales. Las cámaras ajenas al partido tienen limitado su acceso a los mítines.
Esta forma de proceder impide, por ejemplo, que se graben o emitan imágenes de actuaciones críticas, por ejemplo las protestas de activistas que se han producido con motivo de la catástrofe del “Prestige” o la guerra de Irak, igual que las reacciones agresivas que puede tener una parte del público, que podrían convertirse en contrapropaganda electoral o perjudicar la imagen de un determinado partido.
La puesta en escena del Partido Popular
Mariano Rajoy hará 42 mítines en toda España, casi el doble que el Presidente saliente, José María Aznar. Y no se trata de dilapidar este capital electoral. Fíjese usted en el próximo “Telediario” y verá con sus propios ojos estas constantes narrativas: Rajoy aparece casi siempre en plano medio, con los mensajes de campaña, primando el “Avanzamos juntos” que es el “slogan” elegido para estas elecciones. El “minuto” informativo que verá en “Noticias” o en un “Telediario” arranca siempre con el “slogan” de campaña para acabar en un plano medio en el atril del candidato. Rajoy aparece arropado por decenas de militantes, situados en la parte trasera del plano, con banderitas del PP, casi siempre jóvenes, guapos, bien vestidos, bien peinados y bien alimentados. Los mensajes no se cortan nunca, se dan íntegros, sin cambiar de plano, sin distraer la atención de los espectadores con otros elementos superfluos. Para dar sensación de éxito y de concurrencia masiva, el fondo del candidato es una enorme pantalla de video que recoge imágenes de la sala con mucho público, aplaudiendo o enarbolando banderas, al ritmo de la música habitual de campaña. Un piloto rojo situado en el atril indica, cuando está encendido, que Rajoy está en directo en televisión, con lo que el candidato aprovechará este momento para lanzar el “mensaje electoral del día”, de un máximo de treinta segundos de duración, arropado por vítores y aplausos.
Las estrategias del PSOE
En el PSOE todas las imágenes que se sirven de Zapatero incluyen logotipos del partido y el mensaje central de campaña: “Merecemos una España mejor”. El equipo de campaña ha apostado con fuerza para hacer de Zapatero una “marca”. Ha popularizado las siglas ZP, “Zapatero Presidente”, que aparecen en los atriles, en las camisetas de los militantes que se sitúan detrás del atril y en todo tipo de elementos electorales que se distribuyen en campaña. El realizador del PSOE tiene la indicación clara de tomar las imágenes del candidato en plano medio, desde su lado izquierdo, que es el bueno, y –igual que en el caso de Rajoy- no cortar nunca mensajes – claves, ni ofrecer otros elementos que distraigan la atención de los espectadores. Las indicaciones del “Manual de campaña” apuestan por el “contrapicado”, con lo que se da una idea de un Zapatero fuerte, poderoso, dominante. El piloto rojo de Zapatero está cerca de él, muy a la vista, no en el atril, y parpadea cuando está a punto de conectar, en directo, una cadena de televisión. Se pone en rojo, fijo, cuando está en el aire.
Las imágenes que sirven los dos partidos tienden a fundir aplausos, música y efectos sonoros con mensajes, para evitar una edición indeseada por parte de las cadenas, que tienen que respetar, por razones estéticas, los montajes de origen.
La opinión del experto
Adriana Kaplan, Directora de Coaching TV, opina sobre estas estrategias que lo mejor que podrían hacer los partidos es crear un entorno en el que los candidatos se sientan a gusto, que su percepción interior sea acorde a lo que transmite. Y apunta: “En el caso de Zapatero, si él se siente a gusto con la ropa que lleva, transmitirá armonía hacia el exterior y esto llegará al votante”. Y se pregunta: “¿Es la corbata azul de topos la que lo hace más atractivo?”.
Sobre el candidato del PP hace un planteamiento similar: “¿Se siente mas protegido Rajoy cuando las banderas se agitan incesantemente a su alrededor al comenzar una conexión con el telediario?”
Adriana Kaplan opina que las estrategias de marketing se tienen que dosificar y que no todo vale para todo el mundo. Piensa que a menudo los expertos se olvidan de lo que es más importante: que los candidatos transmitan verdad, credibilidad, porque los electores lo perciben siempre. Se pregunta, “¿Que sucede cuando el color de la corbata es el que más detesta Zapatero y un asesor autista opina que es la más adecuada? O cuando los asistentes al acto, situados detrás de Rajoy solo siguen las órdenes del regidor que puso la productora y agitan las banderas inexplicablemente cumpliendo fielmente con su papel de figurantes, sin atender a los mensajes de Rajoy?. Sucede que no se consigue ningún tipo de armonía y entonces el público no se siente cómodo con el candidato y el experimento no funciona?” .”Algunas veces son corbatas, otras veces son palabras, otras veces son gestos, pero el final es el mismo: ¿Como ser creíbles con lo que no nos pertenece?”- finaliza la experta.
Otros partidos
Hay que reconocer que en esta campaña, la creatividad se ha notado en casi todos los partidos, en todos los ámbitos, también en los videos de propaganda electoral. Esquerra Republicana de Catalunya, el partido que está en boca de los candidatos en todos los mítines, ha optado por simular un No-Do, con una voz parecida a los magníficos locutores que narraban las noticias, equiparando al Partido Popular al franquismo.
Izquierda Unida juega a fondo la carta ecologista –dominante color verde- y el tono crítico con la gestión del Gobierno del Partido Popular. El lema es “Con tu voto. Es posible”. El video electoral, protagonizado por gente joven en actitud afectuosa, juega con la idea de que la unión hace la fuerza y que la suma de esfuerzos puede romper las corrientes mayoritarias. Una pareja joven se une a un grupo de Izquierda Unida que enarbola un mar de banderas. Iniciativa Catalunya – Verds ha introducido elementos de “realidad” en la imagen de su candidato, vestido de Antonio Miró, huyendo del maquillaje y de las fotos y grabaciones de estudio y de plató. El lema, “Descaradament d’esquerres” (Descaradamente de izquierdas) pretende enfatizar su radicalismo matizado.
Convergencia i Unió ha apostado por el lema “Sentit comú” (Sentido común) y su video, de estética minimalista, moderna y rompedora, pretende alejarse del clasicismo que ha marcado siempre sus campañas. Las fotos de Chema Salvans, el mismo fotógrafo que ha utilizado el candidato ecocomunista Joan Herrera, a Duran i Lleida transmiten imagen de moderación, diálogo y negociación como argumentos políticos.